AVISPÓN ASIÁTICO, VESPA VELUTINA, EN BASOKOLORE. 20-08-2015
lo que más llama la atención
es el color amarillo de las patas y el abdomen más obscuro Su principal técnica de caza es a la espera, suspendida en el aire como un helicóptero, frente a las piqueras de las colmenas; ahora podría ser hasta un pequeño dron, Parece incluso que se ríe y que lleva gafas de sol,
estilo poli americano malo de las películas de los 80. Tras varios intentos, caza una abeja, que viene con polen y la mata en un helecho cercano
Están hasta tal punto atemorizadas que no salen ni a ganar.
Los Zorritos van creciendo en Basokolore 15-08-2015
Nuestros vecinos los cachorros de zorro van creciendo con buen tipo y pelo fino, gracias a una variada dieta donde entra un poco de todo: topillos, ratoncillos, escarabajos, peras y manzanas caídas, y alguna que otra sacrificada gallina…
Los enormes pabellones auriculares evidentemente cumplen su función
CAZATOPOS
Estaba de pie, inmóvil, en la huerta frente a la casa. Sostenía una pala cruzada delante del cuerpo. Llevaba diez minutos en esta posición. Miraba al suelo, justo en donde acababa la puntera de sus botas. No se movía ni un grano de tierra. Un águila ratonera volaba en círculos hacia la montaña. Pero salvo esta, no había nada a la vista que se moviera. Las hojas de los repollos y las coliflores plantadas en la huerta estaban marchitas y amarillas. Podría haber sacado de la tierra aquellas plantas con una sola mano, con la misma facilidad con que se levanta una palmatoria dejada sobre la mesa. Habían sido separadas de sus raíces.
Cuando vio removerse el terreno, levantó la pala y golpeó con ellas el suelo, gruñendo al hincarla en la tierra. Dio un puntapié para retirar la tierra levantada. Allí estaban al descubierto los túneles y el topo culpable, muerto.
Anoche entre la hierba me llamó la atención un extraño artilugio, ¡cuidado!, parece una trampa. Es una trampa matatopos, ¿sustituirá ésta a la paciente y ancestral caza del topo rural come verduras?; y es que, estos topos impertinentes y atrevidos, se dedican ahora a destrozar la impoluta, rasurada y siempreverde moqueta de jardines de propietarios adinerados, campos de golf y demás instalaciones deportivas.
De repente, el perro se puso en alerta, agachó la cabeza y pegó la nariz a la tierra abierta. Respirando pesadamente, empezó a escarbar con las patas delanteras, esparciendo la tierra detrás de él.
¡Cázalo, Mick, cázalo! Félix se puso en cuclillas para observar al animal. Le alegró tener algo que le distrajera un momento y poder descansar la espalda, que hacía tanto rato que le dolía. El perro continuó escarbando lleno de excitación.
¿Quieres atraparlo, eh Mick?
Por fin, depositó un topo sobre la tierra.
¡Ya lo tienes! ¡No lo dejes escapar!
El perro lanzó el topo al aire. El animalillo de pelo gris, con sus quince centímetros de largo y sus ciento cincuenta gramos de peso, con sus pezuñas semejantes a unas manos minúsculas, su escasa vista y su agudizado oído, este animalillo, famoso por el tamaño de sus testículos y la extraordinaria cantidad de fluido seminal que puede llegar a producir, pareció por un instante desventurado y solo en el cielo.
¡Rápido, Mick!
De vuelta al suelo, incapaz ya de luchar, el topo empezó a chillar.
¡Cógelo!
El perro se comió el topo.
Una vez en Europa. Jon BERGER
ERIZO GOLFERAS, 12-08-2015
En la carretera a las dos de la tarde me he encontrado este erizo golferas de pingo por el día. Me ha dado el tiempo justo de echarle esta foto, y apartarle de un puntapié suave de la carretera, con sandalias, aún siento el picorcillo en los dedos, al ver a lo lejos, acercarse al autobús de las dos, que afortunadamente hoy traía un pequeño retraso.